Transcripción automática
0:00:00 Vamos a la veganza, será terrible, estamos en nuestro bello galponsito de la calle Gorriti 5963, este es el Auditorio de Radio del Plata.
0:00:13 ¿Puede venir? Hacemos el programa con público presente.
0:00:17 Bueno, vamos a contar hoy un episodio de la vida de Benvenuto Cellini.
0:00:25 Cellini fue un hombre, fue un gran artista pero también un tipo pesado, no?
0:00:35 Un tipo con un temperamento apasionado que lo llevaba a involucrarse continuamente en duels y peleas, en fin.
0:00:46 Y fue discípulo de Miguel Ángel durante un corto tiempo.
0:00:52 Trabajó en Roma para principales familias de la aristocracia, participó en las fuerzas de defensa durante el saqueo de Roma.
0:01:06 Bueno, pero tuvo en Cana, ahí en el Castillo de Sant'Angelo, usted lo debe haber visto.
0:01:17 Ahí estuvo en Cana, Cellini, no? Siempre tuvo rivales, se las ingeniaba para pelearse.
0:01:28 Estuvo en Francia también, fue lo mismo que Leonardo, estuvo a las órdenes del rey Francisco I de Francia, Francisco de Valois.
0:01:41 Allí hizo algunas obras importantes. Miguel Ángel no lo quería mucho, me parece recordar.
0:01:51 Para Francisco I hizo un salero muy famoso.
0:01:58 Usted me dirá cómo alguien puede hacerse famoso con un salero.
0:02:07 Y yo le diré que lo mismo decía Miguel Ángel.
0:02:10 Miguel Ángel decía, ese vagatellista, ese constructor de vagatellas,
0:02:18 Miguel Ángel detestaba esa forma de trabajar el arte, cosas pequeñas, primorosas, muy terminadas.
0:02:26 Miguel Ángel era al contrario, cosas colosales, no muy bien terminadas.
0:02:33 A veces hasta brutalmente hermosas.
0:02:38 Bien, este episodio que vamos a contar hoy, de Cellini, ocurrió durante la época en que él trabajaba en Roma.
0:02:52 Él trabajó para tres papas, para Clemente VII, Pablo III y ninguno más.
0:03:00 Pero era, como se ha dicho, ya tipo calavera, esa es la palabra, y violento.
0:03:08 Vamos a ver lo que le sucedió cuando trabajaba a las órdenes del Papa Clemente.
0:03:15 Dice aquí, en un taller que se llamaba la seca.
0:03:20 Y lo peor es que lo dice con ese.
0:03:25 La bestia que copió esto, lo copió evidentemente.
0:03:32 No es un taller que se llamaba la seca.
0:03:36 Y dice aquí, tenía el encargo de diseñar monedas.
0:03:42 Desde luego, porque la seca es el lugar donde se diseña las monedas, y se escribe con C.
0:03:47 Como sabe cualquiera que haya visto una moneda desde lo lado.
0:03:52 Que son cara y seca, con C, no con ese.
0:04:04 Yo torga en títulos en la universidad.
0:04:08 El trabajo de Cellini en la seca como diseñador de monedas comenzó con algunas complicaciones.
0:04:18 Porque empezaron a circular por Roma monedas falsas.
0:04:23 Y las sospechas recayeron sobre Cellini, porque era él el que fabricaba las verdaderas.
0:04:30 Y un tal Yacopo Balducci, que era encargado de la cuñación
0:04:38 y apoyado por varios orfebres y artesanos, trató de inculpar a Cellini
0:04:44 y hizo llegar al Papa noticias falsas sobre falsas monedas.
0:04:50 Y estas noticias hicieron de Cellini el principal sospechoso.
0:04:56 Todo llegó a aclararse antes de que se lo castigara.
0:05:02 Se vio que la denuncia era falsa y Cellini fue sobreseguido.
0:05:09 El verdadero falsificador era un señor llamado Cesar Macione, impresor de la seca,
0:05:19 que junto con un cómplice fue arrestado y encarcelado.
0:05:23 La pena fue de muerte.
0:05:28 Pero más allá del susto, Cellini se quedó con la fea sensación
0:05:33 de que algunos de sus colegas orfebres no lo querían nada.
0:05:38 Estos orfebres no veían con buenos ojos que Cellini disfrutara de los beneficios del Papa.
0:05:45 Sabían que realizar una obra para el pontífice generaba mucho trabajo, encargos, en fin.
0:05:56 Prosperidad. Bueno, no envidiaba, más más es la envidia.
0:06:00 La cuestión fue que muchos de estos tipos empezaron a tirar la bronca
0:06:04 y hicieron fuerza para que Cellini fuera desplazado de los lugares importantes.
0:06:09 Para eso le mandaban al Papa notas donde le alcahueteaban las calaveradas de Cellini,
0:06:16 que parece que eran muchas.
0:06:18 Los signos de distanciamiento del Papa Clemente se hicieron muy evidentes.
0:06:23 Primero le negó a Cellini un cargo de la oficina del Sello Papal
0:06:29 y lo ganó un tal Sebastiano Luciani, que luego se hizo llamar Sebastiano del Pionbo, un gran pintor.
0:06:38 Luego perdió también la licitación, por decirlo así,
0:06:43 de algunas joyas que debían hacerse para obsequiar a Catalina de Medici
0:06:49 y también perdió un concurso en que se dedicaba una obra a Francisco I, rey de Francia.
0:06:57 Catalina de Medici iba a ser posteriormente la nuera de Francisco I de Francia,
0:07:04 pues iba a casar con el hijo Enrique.
0:07:07 Cellini sabía por la calidad de sus propios trabajos y la calidad de sus competidores...
0:07:14 Que tenía que ganar él.
0:07:16 Que él tenía que ganar, que no podía perder ninguno de esos concursos
0:07:20 y se olió sospechó que había algún tipo que intrigaba para que él perdiera el favor del Papa
0:07:28 y se puso a investigar.
0:07:30 En septiembre de 1534 el Papa Clemente se enfermó.
0:07:36 Cellini lo visitó durante la enfermedad, poco después el Papa...
0:07:41 Chau!
0:07:43 murió.
0:07:45 Cellini rindió también homenaje al Papa muerto, fue a San Pedro de Sal de los Piedres, todas esas cosas.
0:07:52 Los cronistas dicen que lo vieron en el velorio con la espada al costado
0:07:57 y eso era indicio de que en cualquier momento se iba a armar el toletole.
0:08:02 Es que Benvenuto ya sabía quién estaba detrás de las Males Dicencias.
0:08:08 Y al Pompeo de Capitanais, en el saludo póstumo al Papa Clemente,
0:08:15 Pompeo venía acompañado por un grupo de amiguetes y hermanos.
0:08:21 Y medio lo miró mal a Cellini aprovechando que venía en barra y después se rajó.
0:08:28 Poco después Cellini encontró a Pompeo otra vez acompañado por sus amigos
0:08:34 y lo mató una burla de Pompeo para que Cellini arremetiera contra él y su grupo de amigos.
0:08:42 Bueno, al final Pompeo cayó liquidado con dos puñaladas en el rostro, lo liquidó, lo mató.
0:08:51 Este asesinato estaba bien pensado porque cada vez que un Papa fallecía había una amnistía
0:08:58 y ese era el momento oportuno para vengarse de Pompeo.
0:09:03 Y luego, a largo de los familiares definados, sí podían vengarse, más allá del amparo judicial.
0:09:09 Y Cellini encontró refugio en las casas de Francesco Coronaro y del Fiorentino Hipólito de Medici.
0:09:18 Eran dos cardenales muy poderosos que lo protegieron.
0:09:21 Al final le dieron un salvoconducto que era como una absolución completa de su crimen.
0:09:29 Y se rajó, se fue, y nunca más volvió a Roma.
0:09:41 Bueno, pero ¿pudo entonces?
0:09:47 En realidad vivía siempre esperando una venganza.
0:09:55 Vivía siempre esperando que por ahí vinieran los hermanos o los amiguetes de Pompeo para vengarse de...
0:10:13 Muerto su rival apareció el nuevo Papa, no?
0:10:18 Recuperado también el favor papal.
0:10:23 Bienvenido, no pudo aprovechar eso.
0:10:26 Porque por temor a los sicarios, y ahí se fue a Florencia, que era su tierra, la ya había nacido allí,
0:10:36 y se puso bajo las órdenes de Alejandro de Medici.
0:10:40 Y esta es la historia de uno que intrigaba y que pagó las intrigas con su vida, en el caso de Pompeo.
0:10:49 Y también la historia de un gran artista, que empleaba la mayor parte de su tiempo en venganzas,
0:10:58 y en tramar las venganzas propias, y en huir de las agentes.
0:11:05 Ese era, primero, un pechelín.
0:11:09 Qué cosa, qué raro que un artista sea violento.
0:11:16 Bueno, Miguel Ángel también era bastante cascarrabe, pero era un criminal.
0:11:21 No, una cosa es malchevado y otra...
0:11:24 Descarte de embromas.
0:11:26 Hemos ido a la discoteca, y le hablé de la seca.
0:11:38 Y este muchacho del discotecario sacó del bolsillo unas monedas que tenía.
0:11:44 Y se mire estas monedas.
0:11:46 Bueno, sí, monedas de que...
0:11:48 Me dijo que coleccionaba monedas.
0:11:50 Monedas de otros países, ¿eran?
0:11:52 Monedas.
0:11:53 Sí, pero de dónde? Antiguas.
0:11:54 No hay ni otro país en el nada, monedas comunes.
0:11:57 ¿Qué tiene la palabra moneda?
0:11:59 Sí, pero saca monedas...
0:12:00 Una moneda de 50 centavos...
0:12:03 Sí, ¿qué? ¿No le sirve?
0:12:04 No, bueno, no es de colección, señor. Eso le mostró.
0:12:08 Pero hay monedas de 50 centavos que no son las actuales.
0:12:11 Ah, sí, hay otras antiguas.
0:12:12 Bueno, sí, tiene monedas de otros países.
0:12:15 Monedas chinas que tienen un agujero en el medio.
0:12:17 Ah, qué linda es eso.
0:12:19 Para poder llevarlas.
0:12:21 Que agarra un piólin y la sensata como un collar.
0:12:25 Claro, la cerebra.
0:12:26 Se las cuega acá y cuando quiere pagar algo,
0:12:28 desacta el collar y se toma estas monedas.
0:12:31 Bueno, me mostró infinidad de monedas.
0:12:34 Pero le tienen que dar un disco, el discotecario.
0:12:37 Tan bien me dio un disco.
0:12:40 ¿Cómo se llama este disco?
0:12:42 Una moneda.
0:12:44 Una moneda es una canción compuesta por uno de los,
0:12:46 por dos de los integrantes de este equipo.
0:12:49 Y vamos a escucharla en la versión del secteito Cabernet,
0:12:52 dedicada a Benvenuto Celine.
0:12:56 Está dedicada a Celine, no sabía.
0:12:58 Sí, pero siendo Benvenuto Celine un fugitivo de la policía,
0:13:02 no pudimos revelar esa dedicatoria sin ponernos mal con el comisario.
0:13:10 Bueno, pero ya pasó, prescribió todo.
0:13:14 El que está mal con un comisario está mal con todos.
0:13:18 Señor, qué tibiesa.
0:13:21 Así que tiene otra letra.
0:13:25 Creo que no, no está referida, chino.
0:13:27 Para enmascarar esta dedicatoria a Celine.
0:13:30 Y vamos a escucharla a partir de este mismo momento.
0:13:34 Una moneda.
0:14:04 Y hasta un perro pulgoso es más limpio que yo.
0:14:08 Señor, déjame una moneda.
0:14:12 Pero es una moneda.
0:14:14 Escúchame.
0:14:17 Aunque usted no me creas, yo tuve poder.
0:14:21 Ya de una manera, se lo vi un titulita.
0:14:25 Tenía mil cien palacios.
0:14:27 Y en cada palacionaré.
0:14:31 Y un millón de mayor domos.
0:14:34 Canzonar la campana cantaban así.
0:14:38 Sarara sarara sarara.
0:14:42 Sarara sarara.
0:14:45 Sarara tectón.
0:14:47 Sarara tectón.
0:14:50 Te tarinura tomm.
0:14:53 Pude viajar a la luna.
0:14:56 En mi propia nave espacial.
0:14:59 Tu dueño de Asia y de Europa.
0:15:02 Y después lo vendí, no me acuerdo,
0:15:05 porque señor déjame una moneda.
0:15:10 Tenés una moneda.
0:15:12 Escúchame.
0:15:15 Aunque usted no me creas, yo un día fui a Rey.
0:15:19 Señor déjame una moneda.
0:15:23 Te quedaré aquí.
0:15:25 Escúchame.
0:15:28 Aunque usted no me creas, siempre me entiendo.
0:15:33 Sarara sarara sarara.
0:15:39 ¡Pau!
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