Encontrá todos los archivos de audio en MP3 del programa de radio La Venganza Será Terrible de Alejandro Dolina

Episodios protagonizados por artistas susceptibles y sus seguidores: Franz Liszt, Pablo Picasso, Niccolò Paganini, Voltaire, y Gioachino Rossini

Comentario #73012

Krank vor Liebe

No des nada por entendido. Con nadie.

...y no... no va a ser "problema de ellos". Va a ser problema tuyo cuando dejen de entenderte.

No entendí.

Dolina se las dá de gran escritor y sus libros son un bodrio honestamente, aunque claro esta es mi opinión nada más, me gustaría que algún no-fanático haga una crítica.

Aquí debo reconocer que no soy un buen lector de Dolina. Aunque no usaría la palabra bodrio, sí podría hacer una crítica muy poco favorable de sus últimos textos (si no fuera porque sé que no estoy calificado para ese trabajo). Dolina solía enojarse con quienes elogiaban sus notas para la revista Hum®, Crónicas del Ángel Gris, El libro del Fantasma, etcétera, y los invitaba a leer sus novelas; yo le hubiera respondido lo mismo que vos decís respecto a las instrucciones para el jabón Sunlight. Disfruté de muchas de las historias laterales de sus novelas (cuentos cortos por derecho propio, casi todos prefigurados en el programa de radio), pero no de su conjunto. Hace un año leí Pale Fire por sugerencia de Mariela, y eso modificó fuertemente mi percepción de Notas al pie. (También lamenté la deshonestidad intelectual de Dolina al negar cualquier contacto con ese libro de Nabokov.) Hace un tiempo defendí los logros artísticos de Dolina (no fue esa la única vez), aunque no estoy tan seguro de que su condición de escritor de novelas haya sido hasta ahora su mayor logro.

Ya que todo esto comenzó con una discusión sobre ortografía, tecnologías de la escritura (estoy completamente de acuerdo en que las herramientas que usamos para escribir modifican y hasta determinan cómo lo hacemos), semántica clásica y contemporánea de la ironía, etcétera, reitero que nunca permití que la confianza en la perspicacia de mi improbable lector interfiriera con mis intereses. Como dije antes, cuando necesité comunicar algo en las redes sociales, delegué ese trabajo en gente que sabía cómo hacerlo; podría haberlo intentado yo mismo, pero hubiera sido una impostura tan ineficaz como evidente. En esas ocasiones procedí como esos amantes de los animales que esta noche están comiéndose un chancho con cabeza y todo: contraté sicarios para que se ensuciaran las manos con la sangre del mencionado porcino.