Daril Dada, se me ocurre que Bunge trata de atacar un argumento muy usado por los psicoanalistas: los psiquiatras se limitan a enmascarar la enfermedad mediante la medicación psicotrópica (matan el síntoma para ignorar la enfermedad). Es posible que parte de la psiquiatría proceda así, pero Bunge aspira a que esos psiquiatras (tal vez asistidos por psicólogos científicos, es decir, cognitivistas no reduccionistas) traten al paciente farmacológicamente para calmar su dolor mental y para prepararlo a enfrentar su enfermedad. En ese contexto, los consejos deberían ser de orden médico (recomendar o desalentar hábitos de acuerdo a la patología, por ejemplo).

Aunque se entiende que Bunge no incluye consejos como "dejá que caliente el horno el dueño del amasijo" o "los que no saben guardar son pobres aunque trabajen", se deja entrever una idealización optimista de la figura del psiquiatra. De todos modos, hasta un consejo subjetivo (de médico que se mete en cosas que no deberían importarle) parece más cálido, humano, reconfortante y razonable que la metódica inquisición mental —tan estéril como onerosa— del psicoanalista. Después de todo, el realismo científico es antes que nada un humanismo.

Lo de Llinás es tremendo... Balnearios es divertida, melancólica, surrealista, mítica, literaria y abajo de todo eso hay un ácido que corroe un poco toda tu vida, tu infancia, todas tus vacaciones... creo que en ese sentido es tremendamente revolucionaria (en el sentido político) genera un malestar... profundo... hacia todo lo que pareció bueno en el pasado... (puede que exagere... pero me salió decirlo de esta manera ahora que estoy emocionado)
Si te gustó Balnearios... buscate ese librito de Sebreli que creo lo vas a disfrutar. (traté de buscar el pdf en internet pero no lo encontré)

Historias extraordinarias, la tenía guardada para ver "con las 3 horas necesarias"... un sábado a la tarde... y me robaron la computadora (¿venganza del universo por dormir una película tanto tiempo sin verla?). Hace unos meses en Isat la pasaron.. vi unos 3 minutos... dije “guau” no la quiero ver así!! La quiero ver bien!! Y después me olvidé... como todo...
Historias extraordinarias se la recomendé a dos personas (sin haberla visto) y las dos me dijeron “mi nueva mejor película”
Soy un imbécil... no se porqué no renuncio al trabajo y me voy a casa ver esa película!

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