También fue mi ponencia, pero con otro fundamento.
No se necesitan "copias" de Dolina, ni alguien que sea su eco, ni un coprotagonista secundario, que en su vida personal desarrollase fuera de LVST, el protagonismo de un 1... y no de un 2 o de un 3, en ámbitos teatrales, televisivos o radiales, mediante la presencia en la palabra .
En el acting, en el vaivén , al no haber libertad en el pensamiento complementario, el lenguaje, el contenido, el ritmo y, el "producto teatral-pensante-afectivo-humorístico, se haría áspero al empobrecerse el sueño afectivo(dolería más que lo intelectual o actoral). Y, en el intercambio, bandazos temperamentales como piedras que saltan contra el parabrisas en un camino desigual e irregular, aún arriba del mejor móvil, vivirían público e intérpretes...
Y es eso (o debería serlo) cada programa, cada reunión en torno a la mesa : un viaje. Pero, un viaje feliz, con amor.
Ale y Martín son otros, no extensiones del padre y AHÍ está la riqueza. En todo caso también lo está en comprobar ¿qué pasó con los vilanos soplados por Alejandro, con sus deseos al soplar, qué envió a ser, que aún siendo de sí no sería en él?
Podría tomarse como un diálogo entre pasado y futuro, un hombre que se responde a sí mismo pero ya desde alguien que no es él. Algo dulce, algo sabio, algo poético, pero también (o por lo mismo) provocador y esperanzador como fenómeno artístico y además humano. ESO da LIBERTAD y NO hay protagonismo peleado ni compartido, no hay competencia.
Si se producen chispas serán de "brillar" y no de chocar o "rasparse". Y los claroscuros no serán apagones ni sombras, no será "gente que anduvo" sino que viene a ser, " a andar"; imprevistos, con asombro y sorpresa de lo nuevo, pero también (elemento propio de Dolina y el programa) reconocibles, familiares, posibles de causar identificación, por abajo de la mesa, los fuertes nexos de abajo de la mesa.
Ale y Martín crecieron, aprendieron, se enriquecieron, maduraron sus talentos. Tienen a su favor que son músicos como Alejandro y eso transforma el arte de hablar, le devuelve lo casi perdido entre la mayoría, que es el ritmo, la gracia, la danza y contradanza, la melodía, los silencios, los tonos... Ellos son graciosos, que es casi más importante que saber manejar el humor. Martín parece más cínico, más ácido. Ale algo sarcástico, irónico. Pero ambos con un trasfondo compasivo y empático, que los hace dulces y deseables de oír. Esa es la idea : ¡ deseables de oír, de permitirles, de espectarlos y recibirlos !. Y la enorme curiosidad e interés amoroso,... ¡en ver qué pasa con y en, la interacción de personas tan queridas! Que son personajes desde la música, pero deberán construir sus personajes mediante la teatralidad y la humanidad, mediante la palabra. Deseamos que "tomen la palabra"... Tomen el desafío... Y a ver qué pasa.
Un día Ale, otra noche Martín... Al principio no todas las noches. Como diría Alejandro, "tantear" despacio. Como cuando se van a dar y a recibir caricias desconocidas de manos conocidas.
Dejarlos ser... Que si debieran dejar de ser, eso habría de ocurrir solo, por decantación natural, sin penas, ni enojos, ni rencores, ni maledicencia alguna.
Pero, si no lo intentan, si no hacen la prueba,... nunca lo sabremos, nos quedaremos con ese sabor triste de la incertidumbre, del "ah... si hubiese sabido, si etc." o "ah,... cómo hubiera sido". :) ***
Vivimos en un estado de subestimación constante. Alguna vez, y hablo en general, habría que comenzar a pensar que algunas soluciones obvias no se aplican por resultar impracticables por algún motivo, o fueron evaluadas y descartadas. No hablo solo del tercer integrante, hablo de que la resolución de problemas, sociales especialmente, es algo muy complejo. No quiero entrar en ejemplos abrumadores, pero si la solución fuese la que ofrece la vieja de la esquina no habría tantos especialistas rompiendose la cabeza.
Hay soluciones que los hombres no practican simplementa porque su naturaleza miserable es más poderosa que los lóbulos frontales. La naturaleza humana sólo tiene dos categorizaciones. Por lo demás glóbulos rojos, glóbulos blancos, polvo de estrellas y el otro polvo blanco, áliens en el adne y taras o reorganizaciones de la evolución que no dan a basto de puro fracaso, pero por ahí algo bueno sale.
Saltando al Indio, no es la conciencia ni la voluntad ni el padre de la gente que lo sigue; estoy perpleja de que siga usándose y siga dando resultado el "proteccionismo" al pueblo - aunque si creen que son protegidos realmente están locos. A pesar de entender que es una demagógica e interesada manipulación ( los individuos que constituyen "el pueblo"son el capital con que cuentan los políticos, los medios de comunicación y todo lo manufacturado e industrializado para hacer negocio, hay que convencerlos que se cree en ellos y en su inocencia, que "pobrecitos" se está de su lado, o ... ponérselos en contra. El concepto que lava cerebros, el cual sostiene que la GENTE NO ES RESPONSABLE DE SÍ - ¿y la gente se lo cree o lo usa?, sigue siendo un cáncer social.
Siguen aleccionando, van a tomarlo todo MM y su equipo : en particular, a todas las personas y personajes, que aman y amaron los que no son de derecha, ni solventes, ni útiles - excepto a la hora de votar ( hasta que con otro lavadito también se persuadan que votar es una estupidez.
Muchas veces lo que dice la vieja de la esquina es más simple, viable y razonable que todos los argumentos MAQUIAVÉLICOS de puro hipócritas que construyen sesudas teorías para probar que "todo es muy difícil, estamos, seguimos, trabajando para encontrar la mejor salida para todos"... ¡ Pura basura!
Y en cuanto a alguna salpicadura no casual que me corresponda, respondo lo mismo para el salpicador y como hermano no tengo con el de él me entretengo.
Martín y Ale, nunca hubieran sido viables ANTES,... porque no estaban preparados, porque el público era anímicamente otro, porque las ideas que daban vueltas y los gustos y las tendencias y el país y el clima artístico y social y lo politizado, ERAN OTROS.
Ahora los melones se acomodaron en el carro, AHORA la situación es propicia, ahora el público es como un endometrio acondicionado para recibir y espera recibir, algo que vendrá... Pero ya no de afuera; hemos cerrado las fronteras, queremos tratar con lo propio, lo cercano, lo que de alguna forma fortalezca, geste una promesa pero no sobre el videt...
Buenas tardes, soy la vieja de la esquina, y me llamo Zoila justamente.
Quería decirle, señor Soames, para que sepa, que tengo las cosas más claras que muchas jóvenes que viven a mitad de cuadra.
Acá es el muro para mandarle mensajes a Dolina, ¿no? Entonces le digo Dolina: siga siempre con ese muchacho Castelo que es un encanto.
Asisto seguido con mi esposo (que se llama Sixto C.Guido justamente) a la matiné pa las viejas, pero cuando llegamos al Tortoni, por una cosa o por otra nunca nos dejan entrar.
Para 3er integrante me gusta Luis Sandrini o Juan Carlos Thorry, pero ud no se deje influenciar, elija al que más le guste.
Saludos y sigan así.
PD: Con todo el cariño hacia doña Zoila y don Sixto, a quienes quiero entrañablemente, pero no los pondría de asesores gubernamentales ni al frente de ningún ministerio (por el bien de ellos en primer lugar).
A usted lo quería agarrar Franz. Estoy muy enojado con su país en el aspecto cultural. Con gran desilusión veo que consumen demasiado de la cultura argentina. Se me hace que los uruguayos son a Argentina, lo que nosotros somos a EEUU. Me entristece ver que repiten las porquerías de novelas de hacemos acá y con atraso. Usted lo ve así? Por lo demás me parece un país maravilloso. Cualquier país en el que la gente camine por la calle con un mate en la mano supera mis más ambiciosas fantasías.
Es como ud dice, Enoch, Uruguay que en su tiempo tuvo una cultura propia importante (aunque siempre un poco afectada de europeísmo) ha pegado un bajón en las últimas décadas, y cada vez se consumen más productos culturales de otros países, en un proceso que con la globalización sólo puede seguir creciendo.
Con nuestros hermanos mayores argentinos es indudable que hay una simbiosis cultural desde siempre. Recuerdo de chico que mi abuela se reía (y lloraba) con las viejas películas en blanco y negro de Sandrini o Pepe Arias, que acá el canal oficial pasaba casi todas las tardes. Ahora el consumo se ha extendido a programas de entretenimiento, telenovelas, programas de chismes, de análisis político, noticieros, etc.
Y también se ven muchos más programas norteamericanos, series por ejemplo. Hay que reconocer que, nos guste o no la mentalidad social que reflejan, son productos más elaborados (“The Big Bang Theory” es una genialidad). Capítulo aparte para “Los Simpson”, no sólo una genialidad sino una feroz auto-crítica de la sociedad norteamericana, mucho más ácida que cualquier otra que se le haya hecho desde afuera.
En definitiva, creo que estamos todos más o menos igual, tampoco se crea que porque andamos con el mate por la calle (sobre todo cuando cumplimos con el ritual de caminar por la rambla) tiramos manteca al techo.
El problema no es la globalización. Como creo que ya se imaginará lo que le voy a decir, el problema es el estado mental y espiritual del ser humano que genera la cultura que luego se globaliza, y la única solución posible es tratar de cambiar ese estado de cosas desde adentro (de nosotros mismos).
¿Y alguno del trío sin nombre como tercer integrante? Los Dolinaes ( :v )algo habrán sacado del padre, no?
También fue mi ponencia, pero con otro fundamento.
No se necesitan "copias" de Dolina, ni alguien que sea su eco, ni un coprotagonista secundario, que en su vida personal desarrollase fuera de LVST, el protagonismo de un 1... y no de un 2 o de un 3, en ámbitos teatrales, televisivos o radiales, mediante la presencia en la palabra .
En el acting, en el vaivén , al no haber libertad en el pensamiento complementario, el lenguaje, el contenido, el ritmo y, el "producto teatral-pensante-afectivo-humorístico, se haría áspero al empobrecerse el sueño afectivo(dolería más que lo intelectual o actoral). Y, en el intercambio, bandazos temperamentales como piedras que saltan contra el parabrisas en un camino desigual e irregular, aún arriba del mejor móvil, vivirían público e intérpretes...
Y es eso (o debería serlo) cada programa, cada reunión en torno a la mesa : un viaje. Pero, un viaje feliz, con amor.
Ale y Martín son otros, no extensiones del padre y AHÍ está la riqueza. En todo caso también lo está en comprobar ¿qué pasó con los vilanos soplados por Alejandro, con sus deseos al soplar, qué envió a ser, que aún siendo de sí no sería en él?
Podría tomarse como un diálogo entre pasado y futuro, un hombre que se responde a sí mismo pero ya desde alguien que no es él. Algo dulce, algo sabio, algo poético, pero también (o por lo mismo) provocador y esperanzador como fenómeno artístico y además humano. ESO da LIBERTAD y NO hay protagonismo peleado ni compartido, no hay competencia.
Si se producen chispas serán de "brillar" y no de chocar o "rasparse". Y los claroscuros no serán apagones ni sombras, no será "gente que anduvo" sino que viene a ser, " a andar"; imprevistos, con asombro y sorpresa de lo nuevo, pero también (elemento propio de Dolina y el programa) reconocibles, familiares, posibles de causar identificación, por abajo de la mesa, los fuertes nexos de abajo de la mesa.
Ale y Martín crecieron, aprendieron, se enriquecieron, maduraron sus talentos. Tienen a su favor que son músicos como Alejandro y eso transforma el arte de hablar, le devuelve lo casi perdido entre la mayoría, que es el ritmo, la gracia, la danza y contradanza, la melodía, los silencios, los tonos... Ellos son graciosos, que es casi más importante que saber manejar el humor. Martín parece más cínico, más ácido. Ale algo sarcástico, irónico. Pero ambos con un trasfondo compasivo y empático, que los hace dulces y deseables de oír. Esa es la idea : ¡ deseables de oír, de permitirles, de espectarlos y recibirlos !. Y la enorme curiosidad e interés amoroso,... ¡en ver qué pasa con y en, la interacción de personas tan queridas! Que son personajes desde la música, pero deberán construir sus personajes mediante la teatralidad y la humanidad, mediante la palabra. Deseamos que "tomen la palabra"... Tomen el desafío... Y a ver qué pasa.
Un día Ale, otra noche Martín... Al principio no todas las noches. Como diría Alejandro, "tantear" despacio. Como cuando se van a dar y a recibir caricias desconocidas de manos conocidas.
Dejarlos ser... Que si debieran dejar de ser, eso habría de ocurrir solo, por decantación natural, sin penas, ni enojos, ni rencores, ni maledicencia alguna.
Pero, si no lo intentan, si no hacen la prueba,... nunca lo sabremos, nos quedaremos con ese sabor triste de la incertidumbre, del "ah... si hubiese sabido, si etc." o "ah,... cómo hubiera sido". :) ***
Tengo la teoría de que los números que siempre repite, son números de teléfono que alguna vez tuvo...
Vivimos en un estado de subestimación constante. Alguna vez, y hablo en general, habría que comenzar a pensar que algunas soluciones obvias no se aplican por resultar impracticables por algún motivo, o fueron evaluadas y descartadas. No hablo solo del tercer integrante, hablo de que la resolución de problemas, sociales especialmente, es algo muy complejo. No quiero entrar en ejemplos abrumadores, pero si la solución fuese la que ofrece la vieja de la esquina no habría tantos especialistas rompiendose la cabeza.
Hay soluciones que los hombres no practican simplementa porque su naturaleza miserable es más poderosa que los lóbulos frontales. La naturaleza humana sólo tiene dos categorizaciones. Por lo demás glóbulos rojos, glóbulos blancos, polvo de estrellas y el otro polvo blanco, áliens en el adne y taras o reorganizaciones de la evolución que no dan a basto de puro fracaso, pero por ahí algo bueno sale.
Saltando al Indio, no es la conciencia ni la voluntad ni el padre de la gente que lo sigue; estoy perpleja de que siga usándose y siga dando resultado el "proteccionismo" al pueblo - aunque si creen que son protegidos realmente están locos. A pesar de entender que es una demagógica e interesada manipulación ( los individuos que constituyen "el pueblo"son el capital con que cuentan los políticos, los medios de comunicación y todo lo manufacturado e industrializado para hacer negocio, hay que convencerlos que se cree en ellos y en su inocencia, que "pobrecitos" se está de su lado, o ... ponérselos en contra. El concepto que lava cerebros, el cual sostiene que la GENTE NO ES RESPONSABLE DE SÍ - ¿y la gente se lo cree o lo usa?, sigue siendo un cáncer social.
Siguen aleccionando, van a tomarlo todo MM y su equipo : en particular, a todas las personas y personajes, que aman y amaron los que no son de derecha, ni solventes, ni útiles - excepto a la hora de votar ( hasta que con otro lavadito también se persuadan que votar es una estupidez.
Muchas veces lo que dice la vieja de la esquina es más simple, viable y razonable que todos los argumentos MAQUIAVÉLICOS de puro hipócritas que construyen sesudas teorías para probar que "todo es muy difícil, estamos, seguimos, trabajando para encontrar la mejor salida para todos"... ¡ Pura basura!
Y en cuanto a alguna salpicadura no casual que me corresponda, respondo lo mismo para el salpicador y como hermano no tengo con el de él me entretengo.
Martín y Ale, nunca hubieran sido viables ANTES,... porque no estaban preparados, porque el público era anímicamente otro, porque las ideas que daban vueltas y los gustos y las tendencias y el país y el clima artístico y social y lo politizado, ERAN OTROS.
Ahora los melones se acomodaron en el carro, AHORA la situación es propicia, ahora el público es como un endometrio acondicionado para recibir y espera recibir, algo que vendrá... Pero ya no de afuera; hemos cerrado las fronteras, queremos tratar con lo propio, lo cercano, lo que de alguna forma fortalezca, geste una promesa pero no sobre el videt...
*adn
Buenas tardes, soy la vieja de la esquina, y me llamo Zoila justamente.
Quería decirle, señor Soames, para que sepa, que tengo las cosas más claras que muchas jóvenes que viven a mitad de cuadra.
Acá es el muro para mandarle mensajes a Dolina, ¿no? Entonces le digo Dolina: siga siempre con ese muchacho Castelo que es un encanto.
Asisto seguido con mi esposo (que se llama Sixto C.Guido justamente) a la matiné pa las viejas, pero cuando llegamos al Tortoni, por una cosa o por otra nunca nos dejan entrar.
Para 3er integrante me gusta Luis Sandrini o Juan Carlos Thorry, pero ud no se deje influenciar, elija al que más le guste.
Saludos y sigan así.
PD: Con todo el cariño hacia doña Zoila y don Sixto, a quienes quiero entrañablemente, pero no los pondría de asesores gubernamentales ni al frente de ningún ministerio (por el bien de ellos en primer lugar).
A usted lo quería agarrar Franz. Estoy muy enojado con su país en el aspecto cultural. Con gran desilusión veo que consumen demasiado de la cultura argentina. Se me hace que los uruguayos son a Argentina, lo que nosotros somos a EEUU. Me entristece ver que repiten las porquerías de novelas de hacemos acá y con atraso. Usted lo ve así? Por lo demás me parece un país maravilloso. Cualquier país en el que la gente camine por la calle con un mate en la mano supera mis más ambiciosas fantasías.
Es como ud dice, Enoch, Uruguay que en su tiempo tuvo una cultura propia importante (aunque siempre un poco afectada de europeísmo) ha pegado un bajón en las últimas décadas, y cada vez se consumen más productos culturales de otros países, en un proceso que con la globalización sólo puede seguir creciendo.
Con nuestros hermanos mayores argentinos es indudable que hay una simbiosis cultural desde siempre. Recuerdo de chico que mi abuela se reía (y lloraba) con las viejas películas en blanco y negro de Sandrini o Pepe Arias, que acá el canal oficial pasaba casi todas las tardes. Ahora el consumo se ha extendido a programas de entretenimiento, telenovelas, programas de chismes, de análisis político, noticieros, etc.
Y también se ven muchos más programas norteamericanos, series por ejemplo. Hay que reconocer que, nos guste o no la mentalidad social que reflejan, son productos más elaborados (“The Big Bang Theory” es una genialidad). Capítulo aparte para “Los Simpson”, no sólo una genialidad sino una feroz auto-crítica de la sociedad norteamericana, mucho más ácida que cualquier otra que se le haya hecho desde afuera.
En definitiva, creo que estamos todos más o menos igual, tampoco se crea que porque andamos con el mate por la calle (sobre todo cuando cumplimos con el ritual de caminar por la rambla) tiramos manteca al techo.
El problema no es la globalización. Como creo que ya se imaginará lo que le voy a decir, el problema es el estado mental y espiritual del ser humano que genera la cultura que luego se globaliza, y la única solución posible es tratar de cambiar ese estado de cosas desde adentro (de nosotros mismos).
Los Simpsons siempre fueron una cagada. Aguante Padre de Familia.