Recopilación de programas ya emitidos
Dolina, Barton, Gillespi, Dorio, Schultz
SEGMENTO DISPOSITIVO:
* Sansón
SEGMENTO DE HUMOR:
* Cuando hay falda no hay quien coma: informe acerca de carnicerías.
* Brrr… ¡Qué frío! ¿Cómo combatirlo?: ¿Qué se puede hacer para no tener frío sin incurrir en gastos enormes?
SORDO GANCÉ:
* Barrio reo
* Pobre mi madre querida
* Betinoti
* Rubias de New York
* Tristeza nao tem fim
* La canción de Amalia
* Cuesta abajo
* Y Mariana
* For no one
* Kilómetro 11
* Vaya con Dios
* Con ritmo de maraca y de bongó
Como la cinta de Moebius! :o
Ah, cuando empieza el Sordo, uno encuentra esa sensación equiparable a cuando ves a la novia de tu juventú toda fofa y llena de hijos feos como carcajada de chancho...pero qué vachaché. Además, casi siempre me agarra el sordo y caberné en sueño projundo...a veces el calipso bananero se mete al suconsciente como casete subliminal...
Sí, la música que eligen en los cortes se encuentra en cualquier lado. Yo también prefería algo un poco más extraordinario que Michael Jackson...
No escuché el programa por que estaba, pero mañana a la mañana veremos que onda.
Ya sé que me espera el pasito lunar: " This is Shit" LOL ;)
Wazup con el programa de hoy? :/
Mi punto es que todos los que critican a clarín no son completamente ingenuos. Creo que siempre supieron por donde pasaba la cosa sin necesidad de que se lo pongan en negritas.
No quiero dejar de pensar que contarle las costillas al mentiroso da juego a las mentiras propias.
Aparece un tipo que las cuenta a clarín y a mi lo primero que me surge es sumarme. Porque claro, yo también se las cuento.
Pero por otra parte noto que esa demonización no solo sirve para esquivarle el bulto a otros problemas, sino que también me pone en banco de alineados.
Y ahí ya no quiero más estar en contra de clarín.
Toda esta cosa de focalización del enemigo, al menos para mi, no hace más que reducir el debate a la pulseada de cancha. A esa vieja noción de la política, tan totalitaria como peronista, donde solo existe una puja entre dos fuerzas ubicuas e idénticas (por caso, la enorme estupidez de creer que existió alguna vez una lucha entre el gobierno y el campo).
Entonces ves a tipos como claudio lozano ser tirados de los pelos para ver si caen de algún lado de la linea (que si apoyan una medida de los kirchner, que si le hacen el juego a la oposición...).
Yo creo que esa burda y efectiva estrategia de demonizar a toda costa, nos ahorra la tarea de pensar nuestra realidad política y nos condecora con la banderita de obsecuentes.
Ojalá en este país todo fuera cosa de un gobierno altruista contra una banda de empresarios malhambrientos.
Pero tengo la convicción de que sumarme a la batallita contra los medios es un punto a favor de que la derecha recalcitrante consiga más minutos de aire, que el primer despistado vea en macri a un buen padre de familia, que los amigos con buenas intenciones terminen gritándose en términos de golira-oligarca...
Porque fuera de los logros, fuera del (creo yo) maravilloso capital humano que logró reunir este gobierno, es necesario notar que constantemente se nos está llevando al terreno de la polarización y escisión social.
No está nada bien recrudecer la cosa y parar al otro en la vereda fascista, máxime cuando el propio acto tiene ese carácter.
Yo no leo clarín, aunque uno nunca está exento de conocer lo que dice, pero si leo página12. Y la verdad es que encuentro también por ese lado una linea rígida hasta lo patético. A ustedes no les parece que tenemos un gobierno netamente de derechas?
Yo no se, soy tan torpe para explicarme como para pensar las cosas.
Pero me digo, luego de todo ésto, cómo vamos a explicar que las medidas sociales, la redistribución de la riqueza, la educación pública... son valores positivos para la sociedad?
Perdón por los desvaríos.
franco, por fin entendí tu punto y estoy (creo que) del todo de acuerdo.
Por ejemplo, yo a ciertos medios (en especial algunos) los empecé a detestar desde hace varios años, desde que me empecé a codear con ellos y me dí cuenta de la mierda que son, de cuanto inventan y de todo el nogocio que hay detrás. Te estoy hablando de antes del 2000, cuando empecé mi carrera, en pleno furor de Clarín y Canal 13/TN como los medios más creíbles, cuando era muy raro encontrar alguien que hable en contra de ellos.
Incluso escribí algunos artículos sobre el tema, que sorprendieron a muchos conocidos que jamás habían oído hablar de manipulación mediática. No se hablaba de eso, Canal 13 era bueno, y Santo Biasatti, un Santo.
Ahora, cuando empezó la puja con el Gobierno/Clarín, la verdad no supe de que lado ponerme, porque mi posición respecto a este tema, me ponía inmediatamente "a favor del gobierno". Pasé a ser K, cuando no voté a Nestor Kirchner ni a Cristina Fernandez, ni los apoyaba en absoluto.
Actualmente, por alguna que otra cosa que ví, mi posición se volvió un poco más cómoda: Me molesta mucho menos este gobierno, así que me molesta un poco menos el mote de "K". Pero sigo sin ser K, sigo sin confiar ciegamente en este gobierno, sigo pensando que se va casi por buen camino pero con cierto resquemor (iba a decir, ciertas reservas, pero mejor no).
Pero sigo pensando que al gobierno es el pueblo el que lo tiene que tener cortito, y no las corporaciones. Y que la única manera de que eso pase, es con un pueblo "pensante".
Esta polarización, por supuesto no ayuda en nada. Te doy toda la razón en eso que dijiste, nos estamos polarizando. Y así no se puede pensar claramente.
Y gracias por darme pie a la aclaración: Que uno diga que los medios manipulan la información, significa solo eso: Que uno piensa que los medios manipulan la información. No que uno sea K!
Saludos!
Y pensar claramente, para mí sería:
Poder hablar de los verdaderos logros y los verdaderos errores del gobierno, en lugar de discutir sobre la base del escándalo y la pelotudez. Porque a todo esto, nosotros, la gilada, no estamos teniendo tiempo de analizar a fondo las políticas que se están implementando.
Creo que lo que usted dice, Franco, se puede resumir en el viejo tema de si vale la pena diferenciar entre dos políticas que no dejan de ser burguesas.
Habría que medir entonces, qué magnitud tienen esas diferencias, antes de decidir si nos da igual que triunfe una u otra.
Muchas veces la izquierda, acusando al gobierno de turno, de perpetuar las relaciones capitalistas, y de adormecer la conciencia de clase, apoyó el derrocamiento de gobiernos populares, por proyectos que concentraron el ingreso...
Entonces, sí, el escenario cuasi-bélico polariza de tal modo las posiciones, que se prioriza el ataque al más peligroso, por sobre la crítica al más permeable a nuestros intereses, pero si ésta es una opción táctica, no impide que cada uno tenga sus reservas, sobre la posición que en este caso sería la de centro, la del gobierno, y que intente que el centro se corra hacia la izquierda, en lugar de permitir que el centro sea derrotado por la derecha.
Y esta polarización no me parece, como a usted, un defecto, sino uno de los mayores logros (aunque acaso involuntario) de este gobierno, ya que no hace más que develar, en cada conflicto, quién está de cada lado, es decir saca a la luz las contradicciones que ya existen en la sociedad, y creo que muchos han aprendido a detectar a actores sociales que hasta ese momento procuraban actuar en las sombras. Ya que en la sociedad no existe la armonía, el hacer que eso se exprese en la política es un mérito, y es progresista, en tanto plantea los problemas en términos socio-históricos, con cada actor social defendiendo su bando, en lugar de mantener la paz de la bendita ignorancia. Y creo también, que esta despreocupación del kirchnerismo por encubrir los mecanismos de poder factual que se relacionan con la política, es lo que muchos no le perdonan. Otro tema es en qué sentido los resuelve.
Y repasando la actual correlación de fuerzas políticas, que nos muestra a una derecha "menemismo sin Menem" contra un oficialismo que por lo menos fortalece el rol del Estado en la economía, aunque sin romper su alianza con el sector industrial más dinámico (y de ahí su incapacidad presente y futura para frenar la inflación), creo primero, que no se trata de una polarización artificial o que pueda eliminarse "con consenso", sino que tiene una línea divisoria fuerte, y por lo tanto nos impone elegir entre ellas dos, aunque sea parcialmente, o en temas puntuales, como en si queremos que haya ajuste en la economía o no.
Y si decidimos preservar nuestra autoestima, absteniéndonos de apoyar algunas políticas de gobierno, sólo porque no son las mejores idealmente, creo que tendríamos que responsabilizarnos por ver luego que la derrota de esas políticas, trajo políticas aún peores, como ha ocurrido varias veces en nuestra historia. Y en ese sentido, creo que lo que hizo Lozano es imperdonable desde la izquierda, ya que le dió vida a un proyecto político conservador y anti-estatal, proyecto que no tiene excusas para no conocer, ya que ha dominado la economía y la dinámica de los golpes de Estado, por bastante tiempo.
Veo su punto, Ezequiel. Lo que comenta Franco es correcto: todo es muchísimo más complicado y las derivaciones hacia arriba y hacia abajo son inextricables.
No, no está bien parar al otro en ninguna vereda, pero hay discursos que se transparentan a un punto que ya no hay nada que discutir.
Al final si no deseamos asepsia tenemos que caer, guste o no quien guste o no, en la polarización porque a la hora de los bifes (y siempre, inevitablemente, estamos sobre la hora de los bifes) hay que, mínimamente, ir a votar.
Franco: que yo sepa la puja entre dos fuerzas ubicuas puede que sea totalitaria, pero no creo que se pueda atribuir el copyright de la idea al peronismo. Pienso en Marx y Engels, y para atrás pienso en la Revolución francesa. Pero claro, opino desde una ignorancia vergonzante en estos temas, más desde las tripas y de la memoria (la memoria mía, no de la Historia) que desde otro lado. Pienso que desde que tengo uso de razón siempre, a la hora del balazo, de quemar los libros, del palo en la cabeza, siempre al final eran ellos contra nosotros. Los buenos, claro, siempre somos nosotros, qué duda cabe.
Les agradezco todo lo que se extienden, Mariana, Franco, Ezequiel, porque la verdad que ayudan a entender un poquito más.
Abrazos
Perdón, me quedé colgado con una reflexión interesante de Franco. Sobre si tenemos un gobierno de derecha. Y no lo tengo claro, no, para nada. Lo que sí veo es que, dadas las condiciones imperantes, tenemos un gobierno sorprendentemente bueno. Con todas las críticas que pueda hacérsele.
Por un lado considérense el cholulismo mediático de a cinco el kilo, el fascismo omnipresente, el medio pelo que quiere cagar más alto que el culo, el odio racial, el egoísmo y la desconsiederación hacia el prójimo, el sálvese quien pueda que aquí se ha visto reflejado en varios comments. Por otro lado téngase en cuenta que para ser gobierno ha de pasarse forzozamente por la política del comité o la unidad básica. Que las necesidades de muchos son de hoy y para hoy. Está jodido, jodidísimo no ponerse rígido hasta límites patéticos. Ahí andan los marines con ganas de hincarle el diente a Latinoamérica, porque ahora resulta que Venezuela está llena de etarras.
Me gusta, me ilusiona que se concreten cosas con Latinoamérica. Y me gusta que el susto de la oligarquía no despierte el pánico general, también. No quisiera que la izquierda volviera a hacerle el caldo gordo a los golpistas.
Ya ven, todos desvariamos.
Saluditos
Está claro Ezequiel.Adhiero.En lo macro podemos seguir discutiendo ; en la coyuntura , esl a guerra y en la guerra, no hay grises.
Uuu, yo vengo ya muy tarde al hilo, bueno...
Yo que creo en un universo cuasi fractal, tejido en la autosimilitud de las relaciones, estoy de acuerdo con todos aquí cuando hacen notar que mi análisis a pie de calle, cuando patea una piedra adolece de cerro.
Y en esa misma concepción (penosamente sola diré), es que también encuentro mis peros.
Estoy de acuerdo en gran medida con la forma de plantear el dilema de Ezequiel. Incluso, sin querer convencerme por completo, le doy la razón respecto de cómo entiende las determinaciones de Lozano.
Lo que no me cierra es pensar el éxito de la polarización como estrategia en todos los niveles. Si en alguna medida es un logro para el gobierno actual, lo es en su caracter de efectividad. Pero en tal caso tiene más que ver con la supremacía del desafío por sobre el deseo, que con una capacidad particular de los actores (quizás por eso lo despersonalice diciendo aquello de 'acaso involuntario'). No podríamos hablar de mérito cuando ha sido el recurso por excelencia desde un poquito antes de las maquiavelicas maquinaciones.
Es verdad Adolfo, el copyright no es peronista. Pero cierta gente, desde que aprende a tocar la guitarra, no deja de recurrir al riff-smokeonthewater como recurso único en cuanto se le queman los papeles, o requiere un golpe de efecto certero.
Me niego a aceptar que existan en la sociedad tales divisiones factuales.
En todo caso las sociedades sin sometimiento despótico tienen a conformar relaciones armónico-entrópicas (fundadas en una microeconomía del capital relacional, si, pero nunca totalizantes).
Decidir una toma de posición, dilucidar la estrategia respecto de las leyes me parece correcto cuando hablamos de actores idóneos. No así la creación de nuevos actores bajo la imposición de las reglas del juego (y remarco aquí la diferencia fundamental entre la ley y la regla).
A mi me parece bien que un tipo en el senado acorde a sus convicciones, o por conveniencia política se incline para uno u otro lado, que se ubique en un momento preciso sobre cierto punto de intensidad del gradiente. Son posibilidades en toda ley.
Lo que no acepto es, se imponga la regla a secas como destino único.
No acepto que a doña chola se le obligue a pertenecer a cierta abstacción conceptual no esclarecida llamada campo. Viviendo en una ciudad donde la gente historicamente se encuentra ligada a la producción agro.ganadera, y a un pensamiento fascista disfrazado de sentido común (un poco por tradición relacional, otro tanto por lo que ud llama la paz de la bendita ignorancia), no puedo aceptarlo.
De pronto mucha gente a mi alrededor que suele sumarse con una franca predisposición a la puesta en marcha de medidas sociales en cuanto alguien se las explica (digamos, la buena voluntad respecto de las acciones de bien común), se encuentran insultadas por el gobierno sin saber bien porqué, y recrudecen su compromiso con su tradición nefasta sin cavilaciones. Al solo grito de la palabra campo!
Es lo que sucede con el capital, y justamente donde creo yo la izquierda ha hecho aguas históricamente. Pretenden una sobrecodificación de los actores que hace irremediable la fractura entre ciudadano sujeto y sujeto actor político. Y cuánto peor para los primeros, puestos en función de su imagen espectral, reducidos a puntos de intensidad polarizados a toda velocidad en el flujo político. Lo encuentro tan similar a la sublimación del dinero como a la declaración de los derechos humanos.
(No sería descabellado pensar que hemos sublimado el ejército)
Es el mismo juego amoral que cierran sobre los medios de comunicación o sobre el BCRA.
Cómo puede ser que toda la gente de mi cuadra, luego de manifestar confianza en el gobierno de Kirchner a viva voz, se encuentre defendiendo a Redrado sin tener la más mínima idea del papel que desempeña, de cuales son sus responsabilidades y su capacidad de acción...?
O que puteen a la presidente porque Lapeue les parece un buen chico?
Así -me grita uno.
Son ellos quienes deciden a conciencia que haya o no ajuste de la economía, que el estado tenga o no caracter interventor, etc?
No era mucho menos nocivo resolver los conflictos entre actores idóneos (incluso cuando eso implique crear ciudadanía)?
No atenta todo eso contra la noción de representatividad?
Otra sincera duda a riesgo de volver a punto cero, cuando se dice priorizar el ataque al más peligroso, estamos a favor de los gobiernos populares aún cuando fortalezcan las relaciones capitalistas?
Es un peligro para la sociedad o para la supervivencia de una doctrina?
Existía ese peligro a toda escala o cristalizarlo era una necesidad táctica sectorial?
No me peguen, soy giordano! :D