Algunos militan tan fervorosa e ingenuamente en el materialismo y en el ateísmo, que dan ternura (como en una entrega voluntaria al sufrimiento y a la muerte, la fascinación por la nada hipnótica). Detrás de todo ello se esconde un grito ahogado de angustia y de respuesta, que en ocasiones suscita la compasión de almas caritativas como la de Franz. ¿Qué otra cosa se puede sentir sino misericordia? Es imposible ser nihilista, feliz y bueno a la vez.
Sin dudas el comunismo y el socialismo han fracasado rotundamente en todos sus intentos, sería un largo análisis tratar de entender las causas, pero sin duda la principal crítica es que se desvirtuó, transformándose en burocracias totalitarias en todos los casos, ahora bien el contrapunto cual seria, el maravilloso sistema basado en el capital donde lo único que vale son los bienes que alguien pueda acumular, partiendo de una idea “liberal” que supone que todos estamos en igualdad de condiciones a la hora de hacer un contrato social el cual se basa en la libertad de los individuos para practicar dicho contrato, pero muy lejos de ello, ya nacemos con dicho contrato firmado y sellado en la más absoluta desigualdad. A mi humilde entender son procesos en algún momento derivaran nuevos sistemas sociales que no será ni uno ni otro y ni siquiera un punto medio.
No se haga mala sangre, Mariano C.; usted morirá, Franz morirá, yo moriré, y será como si esta conversación no hubiera existido nunca. (Nuestra aniquilación será perfecta.) Lo verdaderamente angustiante es la probabilidad (computable en cero) de cualquier forma de inmortalidad, que Borges comparó con la lucidez atroz de un insomnio.
La muerte no existe estimado Norberto. Lo que sí existe es la ignorancia. Cuando dejamos el cuerpo, pasamos de un sueño a otro sueño. La vigilia es otra cosa y está en nosotros el poder alcanzarla.
Estimado Ciro, disculpe que me meta en esta conversación, pero ya estaba participando de la misma: Hace tiempo no leía en este foro un comentario de sus características. Con gente como usted, o con usted mismo (si es que no se apunta otro) se podría intentar un debate de ideas. Del cual nadie saldría convencido ni desengañado, pero sí tal vez algo más reflexivo en su fuero íntimo, más dialogal y, aparte del placer mismo que da el ejercicio del pensamiento, podría darse la alternativa no imposible, de aprender algo nuevo, cuanti más no sea el sano ejercicio de escuchar o de leer a quien piensa distinto. Eso en sí supondría un salto cuántico.
Su comentario no encierra cinismo, no encierra maldad, capciosidad, dobles sentidos, chicanas, ataques, ni el odio y el fanatismo que ofuscan y ciegan. Por el contrario, trasluce un espíritu de búsqueda de la verdad, y la fe en que el pensamiento puede dar, aunque más no sea en forma rudimentaria, con un atisbo o vislumbre de aquella.
Si definimos la verdad como el mayor grado posible de correlación entre un fenómeno cualquiera y su descripción, entonces no existe método de conocimiento más veraz que el científico.
Absolutamente de acuerdo. El paradigma de conocimiento (de verdad, ese al que no le admitimos fallas, al que reclamamos que salve la vida de nuestros hijos, por ejemplo) es el científico. Ya señalaba Arstóteles que de algunas cosas sabía bastante que VERDAD ES DECIR DE LO QUE ES, QUE ES. Y DE LO QUE NO ES, QUE NO ES. Más allá de cualquier comentario religioso, estético, político, etc.etc., el conocimiento es el científico.
a prueba y error ciencia cuàntica y conocimiento cientìfico inconcluso en el contìnuo devenir futurista y miedo al cambio de estado tras la muerte,incluso de las ideas...
Un oso, con que la vida
ganaba un piamontes,
la no muy bien aprendida
danza, ensayaba en dos piés.
queriendo hacer de persona,
dijo a una mona: "¿Qué tal?"
Era perita la mona,
y respondióle: "Muy mal."
"Yo creo, replicó el oso,
que me haces poco favor.
¡Pues qué! ¿mi aire no es garboso?
¿No hago el paso con primor?"
Estaba el cerdo presente,
y dijo: "¡Bravo! ¡Bien va!
Bailarín mas excelente
no se ha visto ni verá."
Echó el oso, al oír esto,
sus cuentas allá entre sí,
y con ademán modesto
hubo de exclamar así:
"Cuando me desaprobaba
la mona, llegué a dudar:
mas ya que el cerdo me alaba,
muy mal debo de bailar."
Guarde para su regalo
esta sentencia un autor:
si el sabio no aprueba, malo;
si el necio aplaude, peor.
Estimado Mariano, no sé si el comentario llega a bosquejo de lo que usted dice, pero bueno seria, dentro de mi inconstancia, generar con los que comparten este foro algún debate reflexivo, aunque sea para darme cuenta al escribir, que no siempre pienso lo que creo.
Retomando lo anterior, me quedo dando vuelta la idea de la desigualdad. Sobre la que es comúnmente aceptada como la causa de la gran mayoría de los problemas sociales, refiriéndonos en gran medida lo económico, lo que deriva en las causas(o causalidades), de las desigualdades en la educación, en la salud y en la vivienda. Frente a la idea de que un grupo reducido se reparte la torta mientras una mayoría no puede cubrir las necesidades básicas, es cómodo afirmar que los más ricos deberían repartirla y que los más pobres deberían recibir algún tipo de ayuda para poder progresar, ya que cierta ética social nos lleva a cuestionar estos extremos. Ahora cuando la desigualdad se verifica en la realidad de uno, es justificable la idea del progreso individual, todos queremos vivir en el mejor barrio posible, progresar económicamente y garantizar la mejor salud y educación a nuestros hijos, pero ¿cuáles son las posibilidades reales que tenemos de alcanzar dicho objetivos?, ¿algunos tienen más posibilidades que otros?, ¿de que dependen esas posibilidades? y ¿en qué momento se definen estas variables?
“Al ver al hijo de un empresario haciendo un exhibicionismo del derroche, es fácil indignarse , y pensar que no se lo merece ya que esa plata no la hizo trabajando, así como cuando vemos a un niño pidiendo en la calle pensamos que no tiene culpa alguna, que los padres son los responsables. Ahora bien cuando el primero obtiene un título universitario con posgrado y todo y obtiene algún cargo jerárquico en una empresa, ya está completamente justificada su posición, debido al gran esfuerzo , la iniciativa y las ganas de progresar se merece la posición que tiene. Por otro cuando el segundo llega a la adolescencia o adultez, y no ha podido completar sus estudios secundarios, ya no le interesa la educación, tampoco puede conseguir un trabajo estable, ya que no quiere trabajar, no se esfuerza, no tiene iniciativa ni ganas de progresar por lo que se merece la posición que tiene.”
Este ejemplo me sirve para pensar como me ubico ante los hechos de desigualdad cotidianos, como el individualismo fomenta y avala las diferencias, ya que la igualdad termina en el momento en que nacemos, a partir del cual estamos condicionados por una gran cantidad de variables que no de penden únicamente de uno, lo que podría romper con la idea de que cada uno merece lo que tiene gracias a su esfuerzo, iniciativa y ganas.
Quién puede dudar de que la ciencia es una herramienta notable, tal vez la más grande de las invenciones humanas.
Con ella podemos desentrañar las leyes que gobiernan el mundo de los “contenidos” de la conciencia, también llamado “mundo exterior”, y utilizarlas a nuestro favor, para mejorar nuestras condiciones de vida (si es que, con un poco de suerte, las utilizamos con fines pacíficos). Pero sobre la conciencia misma, o “mundo interior”, la ciencia no tiene nada que decir. El dualismo “sujeto cognoscente-objeto conocido” que está en la base de su definición, desaparece, y con él desaparece el sustento en que se apoya.
La inteligencia humana, aliada con los métodos científicos, puede decirnos muchas cosas sobre la forma en que opera el mundo “consecuencial” (relativo), pero ni siquiera los genios más grandes que ha dado la humanidad (ni siquiera los libretistas de “The Big Bang Theory”!) con toda su inteligencia, pueden decirnos nada del mundo “causal” (absoluto).
Para que un gran científico como Einstein afirmara que “el mundo no es otra cosa que una ilusión” tuvo que sacarse por un momento el traje de científico y ponerse el del místico. En este caso no pudo aportar ninguna fórmula matemática que probara una afirmación tan audaz como esa. Sin embargo, místicos que vivieron miles de años antes, ya sabían perfectamente la veracidad de esa afirmación, no por estudios científicos, sino por realización directa de la Verdad.
Quedarse en el estudio del mundo exterior, aun con el apoyo de la ciencia más avanzada y sofisticada, es quedarse en la superficie de la vida. Ya sea que flotemos sobre el océano agarrados de un tronco o en un crucero de lujo, seguimos en la superficie y no tenemos idea de lo que hay en las profundidades.
“Bucea”, nos dicen los grandes, “llega al fondo del océano de tu corazón y encuentra el tesoro que está escondido en las profundidades. No para regodearte solitariamente con él, sino para traerlo a la superficie y compartirlo con tus hermanos. Si llegaste al fondo, sabrás que tú y tus hermanos son uno y lo mismo, y todo egoísmo, todo sentido de “mío” y “tuyo”, toda diferencia superficial, habrá desaparecido, y no podrás hacer otra cosa que derramarte en amor, compasión y comprensión por la humanidad sufriente”.
Es interesante ver cómo todavía el pensamiento dominante es creer que el yo es una especie de hombrecito o" ser luminoso" colgado entre medio de los ojos , separado de nuestro cuerpo y cerebro. Y todos estos místicos cuando quieren describir a la ciencia o explicar el método científico dicen cualquier gansada.Pero no tienen la más puta idea de lo que dicen. Después de la frase " En cambio la ciencia.." o" la ciencia no puede ..." lo que viene es una gilada.
Entre taaanto y taaanto palabrerío de estos muchachos que dicen que la ciencia no puede con formulas matemáticas explicar no sé qué galimatías habría que pararles el carro un momento y decirles: Sí, sí...está bien .pero a ver...¿Cuál es el factoreo de 52?
Lo que no creo en absoluto Mariela es que el "pensamiento dominante" sea el que expresé anteriormente.
Más bien, creo que el pensamiento dominante (tanto en el contenido como en la forma) es el que expresaste tú, con claridad meridiana.
Me hiciste reir Daniel. Pude confirmar lo que venia sospechando, yo siempre decía: si este pibe habla en serio es grave, pero si no es el mejor de todos. Voy a volver a leer todos sus comentarios anteriores bajo una nueva perspectiva. Y me voy a cagar d risa seguro, sobre todo de mi misma que caí en la trampa.Saludos! igual el comentario no fue para usted le aclaro,si no que lo suyo me sirvió de disparador.
Mariela: hablo muy en serio, o sea que es muy grave lo mío.
En otro orden de cosas, no sé si te dije que sos divina (aunque en realidad se deduce de lo que dije anteriormente!) pero por las dudas te lo digo de vuelta.
Algunos militan tan fervorosa e ingenuamente en el materialismo y en el ateísmo, que dan ternura (como en una entrega voluntaria al sufrimiento y a la muerte, la fascinación por la nada hipnótica). Detrás de todo ello se esconde un grito ahogado de angustia y de respuesta, que en ocasiones suscita la compasión de almas caritativas como la de Franz. ¿Qué otra cosa se puede sentir sino misericordia? Es imposible ser nihilista, feliz y bueno a la vez.
Sin dudas el comunismo y el socialismo han fracasado rotundamente en todos sus intentos, sería un largo análisis tratar de entender las causas, pero sin duda la principal crítica es que se desvirtuó, transformándose en burocracias totalitarias en todos los casos, ahora bien el contrapunto cual seria, el maravilloso sistema basado en el capital donde lo único que vale son los bienes que alguien pueda acumular, partiendo de una idea “liberal” que supone que todos estamos en igualdad de condiciones a la hora de hacer un contrato social el cual se basa en la libertad de los individuos para practicar dicho contrato, pero muy lejos de ello, ya nacemos con dicho contrato firmado y sellado en la más absoluta desigualdad. A mi humilde entender son procesos en algún momento derivaran nuevos sistemas sociales que no será ni uno ni otro y ni siquiera un punto medio.
"Así que por ahora, estos victoriosos ganadores, que viven con las leyes del lobo gobiernan la tierra"
https://youtu.be/krZznHzyGlc
No se haga mala sangre, Mariano C.; usted morirá, Franz morirá, yo moriré, y será como si esta conversación no hubiera existido nunca. (Nuestra aniquilación será perfecta.) Lo verdaderamente angustiante es la probabilidad (computable en cero) de cualquier forma de inmortalidad, que Borges comparó con la lucidez atroz de un insomnio.
La muerte no existe estimado Norberto. Lo que sí existe es la ignorancia. Cuando dejamos el cuerpo, pasamos de un sueño a otro sueño. La vigilia es otra cosa y está en nosotros el poder alcanzarla.
Estimado Ciro, disculpe que me meta en esta conversación, pero ya estaba participando de la misma: Hace tiempo no leía en este foro un comentario de sus características. Con gente como usted, o con usted mismo (si es que no se apunta otro) se podría intentar un debate de ideas. Del cual nadie saldría convencido ni desengañado, pero sí tal vez algo más reflexivo en su fuero íntimo, más dialogal y, aparte del placer mismo que da el ejercicio del pensamiento, podría darse la alternativa no imposible, de aprender algo nuevo, cuanti más no sea el sano ejercicio de escuchar o de leer a quien piensa distinto. Eso en sí supondría un salto cuántico.
Su comentario no encierra cinismo, no encierra maldad, capciosidad, dobles sentidos, chicanas, ataques, ni el odio y el fanatismo que ofuscan y ciegan. Por el contrario, trasluce un espíritu de búsqueda de la verdad, y la fe en que el pensamiento puede dar, aunque más no sea en forma rudimentaria, con un atisbo o vislumbre de aquella.
Si el chancho aplaude...
Si definimos la verdad como el mayor grado posible de correlación entre un fenómeno cualquiera y su descripción, entonces no existe método de conocimiento más veraz que el científico.
Absolutamente de acuerdo. El paradigma de conocimiento (de verdad, ese al que no le admitimos fallas, al que reclamamos que salve la vida de nuestros hijos, por ejemplo) es el científico. Ya señalaba Arstóteles que de algunas cosas sabía bastante que VERDAD ES DECIR DE LO QUE ES, QUE ES. Y DE LO QUE NO ES, QUE NO ES. Más allá de cualquier comentario religioso, estético, político, etc.etc., el conocimiento es el científico.
a prueba y error ciencia cuàntica y conocimiento cientìfico inconcluso en el contìnuo devenir futurista y miedo al cambio de estado tras la muerte,incluso de las ideas...
Un oso, con que la vida
ganaba un piamontes,
la no muy bien aprendida
danza, ensayaba en dos piés.
queriendo hacer de persona,
dijo a una mona: "¿Qué tal?"
Era perita la mona,
y respondióle: "Muy mal."
"Yo creo, replicó el oso,
que me haces poco favor.
¡Pues qué! ¿mi aire no es garboso?
¿No hago el paso con primor?"
Estaba el cerdo presente,
y dijo: "¡Bravo! ¡Bien va!
Bailarín mas excelente
no se ha visto ni verá."
Echó el oso, al oír esto,
sus cuentas allá entre sí,
y con ademán modesto
hubo de exclamar así:
"Cuando me desaprobaba
la mona, llegué a dudar:
mas ya que el cerdo me alaba,
muy mal debo de bailar."
Guarde para su regalo
esta sentencia un autor:
si el sabio no aprueba, malo;
si el necio aplaude, peor.
Estimado Mariano, no sé si el comentario llega a bosquejo de lo que usted dice, pero bueno seria, dentro de mi inconstancia, generar con los que comparten este foro algún debate reflexivo, aunque sea para darme cuenta al escribir, que no siempre pienso lo que creo.
Retomando lo anterior, me quedo dando vuelta la idea de la desigualdad. Sobre la que es comúnmente aceptada como la causa de la gran mayoría de los problemas sociales, refiriéndonos en gran medida lo económico, lo que deriva en las causas(o causalidades), de las desigualdades en la educación, en la salud y en la vivienda. Frente a la idea de que un grupo reducido se reparte la torta mientras una mayoría no puede cubrir las necesidades básicas, es cómodo afirmar que los más ricos deberían repartirla y que los más pobres deberían recibir algún tipo de ayuda para poder progresar, ya que cierta ética social nos lleva a cuestionar estos extremos. Ahora cuando la desigualdad se verifica en la realidad de uno, es justificable la idea del progreso individual, todos queremos vivir en el mejor barrio posible, progresar económicamente y garantizar la mejor salud y educación a nuestros hijos, pero ¿cuáles son las posibilidades reales que tenemos de alcanzar dicho objetivos?, ¿algunos tienen más posibilidades que otros?, ¿de que dependen esas posibilidades? y ¿en qué momento se definen estas variables?
“Al ver al hijo de un empresario haciendo un exhibicionismo del derroche, es fácil indignarse , y pensar que no se lo merece ya que esa plata no la hizo trabajando, así como cuando vemos a un niño pidiendo en la calle pensamos que no tiene culpa alguna, que los padres son los responsables. Ahora bien cuando el primero obtiene un título universitario con posgrado y todo y obtiene algún cargo jerárquico en una empresa, ya está completamente justificada su posición, debido al gran esfuerzo , la iniciativa y las ganas de progresar se merece la posición que tiene. Por otro cuando el segundo llega a la adolescencia o adultez, y no ha podido completar sus estudios secundarios, ya no le interesa la educación, tampoco puede conseguir un trabajo estable, ya que no quiere trabajar, no se esfuerza, no tiene iniciativa ni ganas de progresar por lo que se merece la posición que tiene.”
Este ejemplo me sirve para pensar como me ubico ante los hechos de desigualdad cotidianos, como el individualismo fomenta y avala las diferencias, ya que la igualdad termina en el momento en que nacemos, a partir del cual estamos condicionados por una gran cantidad de variables que no de penden únicamente de uno, lo que podría romper con la idea de que cada uno merece lo que tiene gracias a su esfuerzo, iniciativa y ganas.
Quién puede dudar de que la ciencia es una herramienta notable, tal vez la más grande de las invenciones humanas.
Con ella podemos desentrañar las leyes que gobiernan el mundo de los “contenidos” de la conciencia, también llamado “mundo exterior”, y utilizarlas a nuestro favor, para mejorar nuestras condiciones de vida (si es que, con un poco de suerte, las utilizamos con fines pacíficos). Pero sobre la conciencia misma, o “mundo interior”, la ciencia no tiene nada que decir. El dualismo “sujeto cognoscente-objeto conocido” que está en la base de su definición, desaparece, y con él desaparece el sustento en que se apoya.
La inteligencia humana, aliada con los métodos científicos, puede decirnos muchas cosas sobre la forma en que opera el mundo “consecuencial” (relativo), pero ni siquiera los genios más grandes que ha dado la humanidad (ni siquiera los libretistas de “The Big Bang Theory”!) con toda su inteligencia, pueden decirnos nada del mundo “causal” (absoluto).
Para que un gran científico como Einstein afirmara que “el mundo no es otra cosa que una ilusión” tuvo que sacarse por un momento el traje de científico y ponerse el del místico. En este caso no pudo aportar ninguna fórmula matemática que probara una afirmación tan audaz como esa. Sin embargo, místicos que vivieron miles de años antes, ya sabían perfectamente la veracidad de esa afirmación, no por estudios científicos, sino por realización directa de la Verdad.
Quedarse en el estudio del mundo exterior, aun con el apoyo de la ciencia más avanzada y sofisticada, es quedarse en la superficie de la vida. Ya sea que flotemos sobre el océano agarrados de un tronco o en un crucero de lujo, seguimos en la superficie y no tenemos idea de lo que hay en las profundidades.
“Bucea”, nos dicen los grandes, “llega al fondo del océano de tu corazón y encuentra el tesoro que está escondido en las profundidades. No para regodearte solitariamente con él, sino para traerlo a la superficie y compartirlo con tus hermanos. Si llegaste al fondo, sabrás que tú y tus hermanos son uno y lo mismo, y todo egoísmo, todo sentido de “mío” y “tuyo”, toda diferencia superficial, habrá desaparecido, y no podrás hacer otra cosa que derramarte en amor, compasión y comprensión por la humanidad sufriente”.
He aquí los grandes benefactores de la humanidad.
Crear un dios es la forma más vieja y facilista de enfrentar la vida y la muerte, el bien y el mal.
Es interesante ver cómo todavía el pensamiento dominante es creer que el yo es una especie de hombrecito o" ser luminoso" colgado entre medio de los ojos , separado de nuestro cuerpo y cerebro. Y todos estos místicos cuando quieren describir a la ciencia o explicar el método científico dicen cualquier gansada.Pero no tienen la más puta idea de lo que dicen. Después de la frase " En cambio la ciencia.." o" la ciencia no puede ..." lo que viene es una gilada.
Entre taaanto y taaanto palabrerío de estos muchachos que dicen que la ciencia no puede con formulas matemáticas explicar no sé qué galimatías habría que pararles el carro un momento y decirles: Sí, sí...está bien .pero a ver...¿Cuál es el factoreo de 52?
8,0658175170943878571660636856404 e+67
Número más, número menos...
Lo que no creo en absoluto Mariela es que el "pensamiento dominante" sea el que expresé anteriormente.
Más bien, creo que el pensamiento dominante (tanto en el contenido como en la forma) es el que expresaste tú, con claridad meridiana.
Me hiciste reir Daniel. Pude confirmar lo que venia sospechando, yo siempre decía: si este pibe habla en serio es grave, pero si no es el mejor de todos. Voy a volver a leer todos sus comentarios anteriores bajo una nueva perspectiva. Y me voy a cagar d risa seguro, sobre todo de mi misma que caí en la trampa.Saludos! igual el comentario no fue para usted le aclaro,si no que lo suyo me sirvió de disparador.
Mariela: hablo muy en serio, o sea que es muy grave lo mío.
En otro orden de cosas, no sé si te dije que sos divina (aunque en realidad se deduce de lo que dije anteriormente!) pero por las dudas te lo digo de vuelta.