Krank vor Liebe
En Venganzas del Pasado desde el martes, 13 de septiembre de 2022 a las 04:16 PM
Mariela, me apresuro a aclarar brevemente que me refiero más al Dawkins impulsivo y calentón de redes sociales (el tuitero que vive con el celular en la mano) que no al Dawkins escritor y tal vez futuro premio Nobel (se lo merece mucho más que otros que la van de escritores, y no haré nombres para no ofender a Darío Sztajnszrajber). Tus observaciones ameritan una respuesta más detallada de mi parte (bah, mis habituales setenta páginas de mala literatura); de todos modos, no necesito meditar mucho para concederte la razón: dársela bien dada a Foucault es siempre un acto encomiable.
Hice una parada de descanso para leer los comentarios de Venganzas del Pasado (uno de los últimos refugios de la libertad de expresión, y lo digo en serio). Por motivos que desconozco, recibí la recomendación de un video de Ofelia, en donde cuenta (en su media lengua inclusiva) sus planes para la revolución. Arrancarse los ojos es fácil, como bien lo sabían Edipo y Lucía de Siracusa; pero ¿cómo hace uno para arrancarse los oídos?
Y agrego: «escritura con el otro» es una expresión que Dolina y Stronati hubieran comentado con una malicia del orden de Sí, se nota que escribe con el otro.
«En la conversación infinita nadie tiene la última palabra ya que la
última palabra en realidad es la pregunta por el “por qué”, esto es,
la invitación a que la conversación nunca cese. Alejandro Dolina y
Darío Sztajnszrajber se hacen preguntas, se cuentan relatos, se
provocan mutuamente en la problematización de la existencia a través
de reflexiones, humor y emoción. El título del encuentro está tomado
de un libro de Maurice Blanchot donde uno de los temas que trabaja es
la cuestión de la escritura. La conversación infinita es una propuesta
escénica de escritura con el otro, o como dice Byung Chul Han en su
último libro: “narrar es pensar”. Y pensar no es algo acartonado ni
puramente analítico, sino una invitación a pasar aunque sea un rato de
conmoción».
Me gusta imaginar esta gacetilla leída por el Dolina de Ecos mundanos de España, o por el Dolina lector en voz alta de Poemas de lectores de la revista «Tú». Sigo sin ver la relación entre Darío Sztajnszrajber y la reflexión, el humor o la emoción.
Me prometí no volver a escribir sobre el CONICET, Saxe, la teoría Queer como concepción obligatoria del mundo, les muchaches, etcétera; como de costumbre, faltaré a mi palabra, al menos para sacarme una última bronca de encima.
¿Qué habría de malo en que, a falta de formación, talento y solidaridad para hacer algo más útil para el cuerpo social y para ellos mismos, algunos licenciados y doctores en manga hentai y cría de aves de corral en balcón de departamento monoambiente se ganaran el amado sanguche de mondiola (aunque para la gilada la vayan de veganos) escribiendo sobre la forclusión en la gravedad cuántica o los sistemas geoplanetarios de disturbios sexo-subversivos-anales-contra-vitales? Nada, siempre que esos despropósitos intelectuales se mantuvieran casi en secreto; ninguna macroeconomía se fundió jamás por pagar un par de papers de mala filosofía y peor literatura y, como beneficio secundario, sus autores se mantendrían así alejados de la calle, de la delincuencia a mano armada y de la muerte por inanición.
Nada reprochable hasta aquí; el problema comienza cuando el poder político dedica años y recursos para promover esos entes gelatinosos y de sangre fría al escalafón de seres de luz, de mascarones de proa del movimiento, de legisladores inapelables subidos a un banquito para dictar sus leyes morales que todos deberán cumplir bajo pena de cancelación o castigos aún peores.
Aquí aparece la verdadera víctima de discriminación: el tipo que se levanta a las tres de la mañana para tomar diariamente los dos trenes y los dos colectivos que lo llevarán a su trabajo (un trabajo de verdad), donde ganará con suerte 300 dólares mensuales de bolsillo, dedicando tal vez 12 horas de su tiempo y sus energías.[^1] Volverá a su casa pobre de paredes despintadas por la humedad y muebles de melamina que alguna vez fueron blancos; encenderá el televisor y se encontrará con que los funcionarios que él mismo votó por sed de justicia social están en un evento organizado por el CONICET, en el que Saxe (o uno de los de su calaña, da lo mismo) dice con dulce prepotencia que no hay problemas más urgentes y vitales para la nación que la deconstrucción de las masculinidades tóxicas y la imposición del lenguaje inclusivo; los funcionarios aplauden de pie, uno de ellos sube al escenario y abraza al Saxe de turno, todo con fondo de pantalla LED gigante que repite en loop el video del último aquelarre feminista en Plaza San Martín con sus conjuros y rituales y fogatas y tambores.
El tipo, explícitamente excluido de toda esa abundancia y esa alegría de cotillón, finalmente se siente un pelotudo. El mayor daño se produjo aquí, y es irreparable.
[^1]: Nota al pie: esta vez, el tipo no soy yo. Sería un miserable si equiparara mis escasas adversidades personales con la feroz injusticia social que sufren millones de personas en mi país.
En otro orden de cosas: Theflaq, cité de memoria el nombre de Hamurabi Noufouri (un tipo muy interesante, colaborador histórico de Jorge Dorio en muchas de sus actividades culturales, erudito y gran refutador de leyendas insultantes a la cultura árabe, esas que tanto gustan a mi querido Richard Dawkins), y ahora veo que escribí mal su apellido (supongo que nada que impidiera encontrarlo en la red).
Gracias, Sambu, por publicar este audio. Creo que quien habla sobre cultura árabe es Hamurabi Noufuri.
Paso para destacar la intervención de los paisanos de utilería de Dolina y Stronati, creo que especialmente eficaces por abruptos y exagerados. (Marca de tiempo 13:13 en adelante.)
Dolina siempre hace la broma de preguntar al hijo gaucho cómo anduvo la cosecha de fideos; supongo que muchos conocerán este falso documental sobre la cosecha de espagueti en el sur de Suiza, producido y transmitido por la BBC el primero de abril de 1957 como parte de su programa de interés general Panorama. Cuando muchos de los ocho millones de ingleses que vieron el programa llamaron a los teléfonos de la BBC para preguntar si eso era cierto, y cómo tenían que hacer para cultivar sus propias plantas de espaguetis, los operadores les respondían que plantaran un pedacito de espagueti en una lata de tomate y que esperaran que la suerte los acompañara.
La frase «personas que uno desearía conocer personalmente» debería tipificarse como delito de ejercicio ilegal de la redacción. De todos modos, tus berrinches de machito alfa de redes sociales siguen dándome asco, Somosmuytibios. Ya no volveré a mencionarte.
Sugiero oír este tramo, no porque tenga algo especial, sino porque es gracioso en el más directo e ingenuo de los sentidos. Muy contagiosa la tentada de Rolón y Dolina en la marca de tiempo 23:01.
Muy simpático de tu parte, Somosmuytibios. Sos de esas personas que uno desearía conocer personalmente.
Y eso no es nada: una vez, el Dr. Germán Ávila Pena le dio like a un video de Rolón cantando Rubí, y a la semana le salió un chancro sifilítico con la forma de la cara de Pancho Sierra justo acá. No, ahí no: acá.
Se comienza con el like, se sigue con el emoji, y se termina en el analfabetismo funcional y en la destrucción del Estado de bienestar.
¿Cómo van tus festejos por la muerte de Dorio, Somosmuytibios? ¿Te excitás mucho cuando tenés la oportunidad de decir «Uno menos»?
¿Quién dijo que no tiré? No me arriesgaría a ensayar el método mayéutico en esa circunstancia, con un desconocido que se arriesga a romper una puerta por una bicicleta Scott y que quizá no esté desarmado. Siempre sigo el consejo de Dolina: no hay mejor énfasis para un argumento que un par de disparos al techo.
Tranquilo: soy legítimo usuario individual, y no tengo gran vocación de violencia. Jamás practiqué ninguna forma de caza, soy vegetariano estricto por motivos éticos (vegano, si querés; a mí no me simpatiza mucho esa palabra, tal vez por haber sido tan devaluada por quienes abusaron de ella). Sí es cierto que si hay alguna situación violenta alrededor, casi siempre termino ligando alguna piña sin habérmela buscado, como me ocurrió hace un par de semanas.
A propósito de nada: la reacción no solo fue torpe; además, fue exigua. Si fuéramos tan inteligentes como cacareamos todo el tiempo, también deberíamos aceptar otra derrota más: el genocidio y los desaparecidos ya no importan a casi nadie. Otros países con historias similares implementaron fuertes leyes de aplicación efectiva e inmediata contra el negacionismo y la apología de doctrinas genocidas; nosotros, pusilánimes como siempre, elegimos respetar y defender con nuestras propias vidas al que piensa distinto.
Siento vergüenza por esa dirigencia. Acompañé hasta donde me fue posible.
A las tres de la madrugada entró un ladrón a casa; con toda la amabilidad y elegancia que aprendí en el polígono de tiro, le sugerí que egresara de la misma, cosa que hizo a toda velocidad por la puerta que él mismo había barreteado con toda astucia.
El hecho es que me quedé despierto para asegurar la puerta de manera provisoria hasta cambiarla, así que después de eso me puse a buscar a Carlitos Gancé entre los audios de esa época; en cambio, me encontré con esta historia del juego del 15 (le jeu de Taquin), a partir de la marca de tiempo 08:36. No recuerdo haber oído hablar jamás de ese juego, ni de sus consecuencias sociales y matemáticas. Me pregunté si habría alguna versión online para ver de qué se trataba; encontré miles, por supuesto. Este desarrollo en particular me resultó simpático; el problema es que ahora no puedo volver a dormir, pero no por el intento de robo, sino porque mi imbecilidad me impidió hasta ahora completar un solo juego.
De paso, antes de la charla sobre el juego, hay una presentación especial del mago oriental Washington Tacuarembó y sus sombras chinescas. No hay mal que por bien no etcétera.
Sospecho que se viene una provocación oficialista muy fuerte para hoy, 24 de marzo (quizá una reivindicación de los genocidas de 1976 en adelante, o algo así), y que la oposición reaccionará del modo más previsible (esto es, con la mayor torpeza).
Cuando escribí sobre el CONICET y sobre Saxe, ignoraba que algunos de los actuales gerentes de sucursal (Victoria Villarruel, por ejemplo) habían hablado largamente y de la manera más demagoga sobre el tema. Tal vez por eso Copito (que se negó a leer mis aclaraciones posteriores) creyó que yo formaba parte de esa banda de sociópatas altamente funcionales. (En realidad, sí pertenezco a una banda de sociópatas altamente funcionales, pero no es esa.)
Mis críticas al rumbo pseudocientífico, falaz, autoritario y presuntuoso que tomó el CONICET vienen por lo menos desde el 2009, cuando Victoria Villarruel aún no había aprendido a decir delito de lesa humanidad de corrido y sin echar espuma por la boca (creo que después lo logró, con la ardua ayuda de la picana de su tío Ernesto). No siento ninguna simpatía ni por la demagogia oportunista, ni por el chauvinismo infantil.
Siempre soñé con que Imposturas Intelectuales fuera de lectura obligatoria (al menos en parte) para los estudiantes de disciplinas sociales y artes, no para alejarlos de ellas (como lo aclaran sus autores), sino como una especie de manual práctico para detectar chantas, vendedores de gualichos y enroscadores de víboras. (Mi ingenuidad es infinita: muchos de esos estudiantes van ahí precisamente a aprender cómo ganar fama, prestigio y dinero con esas habilidades circenses tan apreciadas en las torres de marfil y en los círculos académicos; cualquier contacto con el plan de Sokal y Bricmont es mortal para ellos.)
Me gustó la participación de Chay Bowes en el video de RT; me espantó la apología de la pedofilia por parte de Mirjam Heine, e hizo que me preguntara nuevamente cuáles son los propósitos reales de las charlas TED y TEDx, y de la fundación que las organiza.
Me asombraron las observaciones de Marcelo Huerta San Martín sobre LVST de hace 12 años (vuelvo a publicar el vínculo por si tu mensaje queda oculto, Mariela). Mentiría si dijera que en aquel momento percibí la decadencia artística de Dolina. (Una pésima noticia, naturalmente.)
Me veo obligado a volver a cierto evento social del que pude escapar por unos minutos; pensé en todas las excusas posibles para huir definitivamente, pero resultaron inverosímiles. Y bueno, nadie murió jamás por algunas horas de profundo aburrimiento, maldito flojo.
Para mí que Nadine viene aquí a cargarnos. Somos víctimas de Martín de Palermo y de la abuela Jorgelina.
En el tercero de estos audios (marca de tiempo 11:25), Dolina, Dorio y Vernaci comentan sin suspicacia alguna la tierna historia de amor de Pia Curioni (95) y Fulvio Cerutti (29). Omnia vincit Amor, o también Coda, codicula, avida!
Algunos de los primeros programas de Alejandro Dolina con Jorge Dorio en El ombligo del mundo, en Viva FM. Todos coinciden en el año (1992), pero las fechas exactas parecen haberse perdido; si nadie las conoce, tal vez puedan deducirse a partir de alguna referencia a algún hecho de la época, por ejemplo.
En el primero de estos dos audios (marca de tiempo 0:26:28), Dolina cuenta cómo conoció a Dorio en Marruecos. Dorio lo confirmó con mayor detalle en este otro audio de Vayan a laburar (AM 750).
Comentario al paso sobre los anteojos con filtro para la luz azul, para reprimir el deseo (dijo Jorge Alemán) del cross a la mandíbula.
Es cierto que la luz azul de los smartphones puede provocar ceguera, solo que se omite un detalle de cierta importancia: esos experimentos se hacen con los omatidios completamente expuestos de las moscas de la fruta, no con los protegidos ojos de los tuiteros; en otras palabras, las moscas adictas a Instagram tienen una alta probabilidad de terminar ciegas, aunque eso no sucede con los influencers.
Conclusión: si nacer se hace inevitable, entonces es conveniente hacerlo como humano que no como mosca de la fruta (José Narosky).